EL SUEÑO AMERICANO QUE NUNCA LLEGA

Mujeres trans salen de sus países de origen con el anhelo de encontrar un lugar seguro donde vivir, casos recientes exhiben la falta de derechos y entendimiento hacia esta comunidad en el continente americano.

Miembros del colectivo Diversidad Sin Fronteras exigen derechos humanos para la comunidad LGBT+, en la frontera Tijuana-San Diego. Foto:Azcentral.com

Mónica Vázquez América Sin Muros

 Ser mujer trans y migrante significa, en la mayoría de los casos, emprender un viaje con sentencia de muerte. Nacer inconforme con el sexo biológico no es motivo de satisfacción para ningún ser humano, y en latinoamérica equivale a ser asesinada a temprana edad y de forma violenta. 80% de las mujeres trans latinoamericanas mueren a los 35 años o menos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ellas sufren violencia por parte de sus familias y comunidades desde temprana edad, lo que las incita a huir de casa o, en el peor de los casos, a cometer suicidio durante la adolescencia.

Las mujeres trans salen de los países de Centroamérica en busca de un refugio en México, pero las cifras en nuestro país son aún más preocupantes; ya que México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en asesinatos contra este grupo. Esperando encontrar un país que las abrigue, muchas prefieren continuar su camino hacia EUA, aunque recientes casos demuestran que el vecino del norte no las espera con los brazos abiertos.

El sueño americano

El triste final de Roxana Hernández, la mujer trans de Honduras que murió bajo custodia de las autoridades de EUA, sacó a la luz la poca sensibilidad que existe hacia la comunidad LGBT+. Esta mujer, de 33 años de edad, murió el pasado mes de mayo estando en custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense (ICE, por sus siglas en inglés). Para los activistas, el caso de Roxana es un «asesinato institucional», expresan que Hernández era portadora de VIH y durante su estancia, de cinco días, en las celdas de detención presentó síntomas de neumonía y deshidratación. Según miembros de la Coalición TransLatin@, «Hernández sufrió frío, falta de alimentación adecuada y la atención médica necesaria, con las luces prendidas las 24 horas del día, bajo llave». Por su parte, las autoridades de ICE comunicaron que Hernández sí recibió la atención médica que necesitaba. ICE detalló además tres condenas anteriores por robo, exposición indecente y entrada ilegal, que convirtieron a Hernández en merecedora de la deportación expedita, lo que la envió a las celdas de detención. Para los activistas, estas sentencias previas eran por delitos menores que no justifican el trato ofrecido a la mujer trans hondureña.

Roxana Hernández, sentada en medio de sus compañeras de viaje, antes de llegar a EUA. Foto: Nick Oza, The Republic

México, nada que presumir

La detención a mujeres migrantes trans y los cuidados que requieren también atañen a México. En el país, el riesgo se incrementa para las mujeres trans cuando son detenidas en celdas reservadas para hombres pues, en la mayoría de los casos, sufren de más violencia. En un informe del 2017, el Instituto Nacional de Migración (INM), destacó que las distintas personas LGBT+ encontradas y entrevistadas en los centros de detención “manifestaron ser víctimas de discriminación, acoso sexual o incluso agresiones por parte de otros detenidos o del personal de los centros”.

Situación que no mejora en ninguna parte del país, a pesar de que la CDMX se piensa como una de las capitales de la diversidad en América Latina, según datos del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación, 71.2% de las personas trans han sido discriminadas.

“Es una de las comunidades que más sufre durante la migración, y sobre todo, en la detención. Ellos se apoyan mucho entre sí, pero la sociedad no ha creado espacios acordes a sus necesidades”, comentó Karla Valenzuela, coordinadora de la Maestría en Estudios sobre Migración, en la Universidad Iberoamericana. “Por si fuera poco, en materia laboral las mujeres trans están confinadas a sectores como la peluquería, el show travesti, la prostitución y trabajo sexual. Cuando tienen el potencial de cualquier otra persona”, concluyó Valenzuela.

La estigmatización que viven va de la mano de la poca comprensión que se tiene hacia ellas. Apenas, este mes de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sacó la «incongruencia de género» de la clasificación de las enfermedades mentales, y la pasó al capítulo de las disfunciones sexuales. Es decir, pierde la categoría de trastorno psicológico para quedarse en una cuestión física: la falta de adecuación del cuerpo al género que siente la persona. 

La 72: Modelo a replicar

Celebración de la comunidad migrante trans en La 72, en Tenosique, Tabasco. Foto: La 72

Mientras las mujeres trans recorren México para cruzar la frontera con EUA, uno de los pocos espacios que les ofrece una estancia segura y libre de odios es el Hogar Refugio La 72 en Tenosique, Tabasco. “Todas las personas que acogemos en el albergue son víctimas de discriminación, pero las personas de la comunidad LGBT+ son más vulnerables por la intolerancia y la homofobia”, comenta fray Tomás, fundador de La 72.

Este albergue, abrió sus puertas en 2011 y se le conoce como el primer espacio en México para refugiados LGBT+, quienes en su mayoría han tenido que huir de la violencia y de la homofobia en Centroamérica. Aunque el albergue no es exclusivo para esta comunidad, sí  es uno de los pocos que ha desarrollado un programa de asistencia y protección a quienes han tenido que huir por su orientación sexual. Lilly, refugiada trans declaró para ACNUR sobre su experiencia en La 72, “tenemos momentos especiales aquí, simplemente nos sentamos juntas, hablamos y a veces compartimos un trozo de chocolate. Es una cosa pequeña, pero estoy agradecida por esos momentos”.

VIH: Estigma a vencer

El primer estigma a vencer es la discriminación, pues el imaginario social señala a las mujeres trans como trabajadoras sexuales o portadoras de VIH, esto “a pesar de que en los últimos años ha habido un intenso trabajo gubernamental y de asociaciones civiles en temáticas de diversidad sexual”, apuntó Miguel Lucero, investigador de El Colegio de la Frontera Norte. Agregó que esta población es segregada del ámbito formal por prejuicios sociales, y terminan ejerciendo el trabajo sexual, con los riesgos que implica esta actividad para su salud y seguridad.

En su intento por sobrevivir, las migrantes trans se desplazan a grandes ciudades, como Guadalajara, CDMX y Tijuana, donde es más sencillo pasar desapercibida y moverse con mayor libertad. Sin embargo, los reportes indican que estas urbes no les son benevolentes, ya que, en su mayoría, no logran ni rentar un espacio donde vivir. Muchas de las mujeres trans que se establecen en las ciudades son expuestas a redes de trata y al tráfico y consumo de drogas. Salir de este círculo, les resulta muy difícil. 

En América Latina, las propias autoridades no protegen los derechos de la comunidad LBGT+, por lo que muchos tienen que huir de sus comunidades. Foto: Sergio Ortiz, de Amnistía Internacional.

Huir del Triángulo Norte de Centroamérica

“Fue obligatorio para mí salir del país, sin que yo lo pidiera, sólo por el hecho de ser trans, sólo por no ser mujer biológica”, comenta Cristel, mujer salvadoreña, en el informe “Sin lugar que me proteja”, de Amnistía Internacional (AI). Más grave aún, es el caso de Camila, mujer trans salvadoreña que relató los insultos y violencia hacia ella, procedían de un agente de policía, que incluso llegó armado hasta su casa. La historia de Camila desafortunadamente no es aislada, sino que se inserta en un marco de reportes de ataques contra personas LGBT+, perpetrados directamente por miembros de las fuerzas de seguridad, y promovidos por el contexto de discriminación que aún prevalece en la sociedad.

Según el Observatorio de Personas Trans Asesinadas, entre enero de 2008 y diciembre de 2016, se registraron 2,342 asesinatos de personas trans en el mundo, de las cuales 1,834 ocurrieron en la región de Centro y Sudamérica. “En el caso de las mujeres trans, salir a la calle significa estar expuestas a burlas, insultos y agresiones; por lo que se mueven en condiciones clandestinas, tanto en sus países de origen como en su ruta de desplazamiento, para evitar ser víctimas de violencia extrema”, indica el informe de AI.

La condición trans, por sí misma, no impacta su calidad de vida o funcionalidad, sino la discriminación y continua violencia que sufren por parte de la sociedad. Esta población huye de Guatemala, El Salvador, Honduras y México. Por su orientación sexual y modificaciones físicas, a diferencia del resto de los migrantes, las mujeres trans son víctimas de mayor persecución y acoso durante el viaje. Su “sueño americano” es sólo un lugar donde ellas suponen que pueden vivir sin agresiones.

Camila, mujer trans salvadoreña relató que los insultos y violencia hacia ella, procedían de un agente de policía, que incluso llegó armado hasta su casa. Foto: Sergio Ortiz, de Amnistía Internacional.

Áreas de acción pendientes

En cuanto al reconocimiento de la identidad de género, sólo tres países cuentan con este derecho garantizado: Uruguay, Argentina y Bolivia. Por lo que marca un largo camino que recorrer para América Latina. El investigador Diego Pérez Damasco, destacó que el principal reto de la comunidad LGBT+ es la oleada de movimientos de carácter religioso fundamentalista que tienen un creciente impacto en las agendas políticas, “estos movimientos cuestionan la legitimidad de las lucha de los derechos tomando el discurso de la familia y los valores para tratar de impedir el matrimonio igualitario y las leyes contra la discriminación o para la educación en colegios públicos”.

Mientras que, en México las organizaciones siguen velando por el cumplimiento de los derechos humanos de esta comunidad, sean migrantes o no. Dentro de la agenda del Centro de Apoyo a las Identidades Trans, destacan los siguientes puntos: acompañamiento y asesoría ante casos de violación de sus derechos, por parte de servidores públicos y particulares; Canalización y acompañamiento a servicios de  salud; prevención y detección oportuna de VIH; talleres de información, distribución de insumos de prevención, consejería y prueba de detección del VIH; y, asesoría y canalización para obtención de una nueva acta de nacimiento a favor de la población trans en el Registro Civil.

*Definiciones

-Transexual es cuando te consideras opuesto al sexo con el que has nacido y quieres cambiarlo. Si eres hombre, te comportas como lo haría una mujer y, además, quieres ser biológicamente mujer.

-Transgénero, naces mujer pero no comulgas con lo femenino. Lo haces con lo masculino, pero no cambias tu anatomía.

-La identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la experimenta profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.