Ante la continua deportación de mexicanos a territorio nacional, se pide a las autoridades que las organizacionesde gobierno sean “amables” con los trámites
que mujeres y hombres requieren.
Mónica Vázquez Ruiz | América Sin Muros
En el marco del conversatorio “Migrantes: retorno e identidad”, -organizado en la Cámara de Diputados, en la Ciudad de México, en coordinación con el colectivo Deportados Unidos en la Lucha- se abordaron las problemáticas de la población migrante deportada al momento de optar por una identificación oficial.
Ni de aquí, ni de allá
Una ciudad santuario es aquella que facilita los trámites y documentos legales a los migrantes recién llegados o que viven en ésta como seres invisibles. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva con el objetivo de reducir fondos para estas ciudades. A pesar de sus acciones, los gobernadores y habitantes de algunos estados han decidido mantenerse firmes ante la postura antiinmigrante del mandatario. En 2017, Luis Wertman Zaslav, presidente del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, anunció que la capital de la República se convertiría en una ‘Ciudad Santuario’. A un año de la decisión, ¿se han tomado las medidas necesarias?
La identidad jurídica es un derecho humano que buscan las personas retornadas a México desde Estados Unidos. Esta identidad brinda a las personas un nombre, nacionalidad, registro y les garantiza ser sujetos de derechos dentro del Estado. Al regresar a su país de origen, hombres y mujeres reciben una Clave Única de Registro de Población (CURP) y la constancia de repatriación, pero con estos documentos no logran obtener un acta de nacimiento y menos una identificación oficial como credencial de elector. “Se debe de facilitar el acceso a los derechos humanos a las personas que llegan deportadas y sin documentos. Aunque tienen constancia de repatriación, a estas personas no se les permite sacar una licencia de conducir. La Ciudad de México debe de ser santuario”, comenta la Lic. María Dolores Unzueta, Secretaria General y Representante legal Yaotlyaocihuatl Ameya A.C. durante el conversatorio “Migrantes: retorno e identidad”, en la Cámara de Diputados.
Incluso, las personas que ya obtuvieron un acta de nacimiento y un domicilio no pueden acceder a una credencial de elector ya que por momentos electorales no se expiden éstas por parte del Instituto Nacional Electoral (INE). Por lo que se ha solicitado una reforma a la ley electoral que permita a los recién llegados acceder a una identificación oficial. Uno de las controversias es el posible “turismo electoral” que esto puede implicar, a lo que se ha propuesto que las credenciales expedidas en este periodo no tengan derecho al voto, solo sirvan como documentos oficiales.
Muros internos construidos en México
Durante el conversatorio se expusieron nuevas problemáticas que existen y que de “no ser por Trump” no hubieran salido a la luz. Por ejemplo, los deportados mexicanos necesitan un domicilio para tramitar credenciales o licencias, pero en ocasiones regresan a su país sin un techo, se pide que ellos puedan domiciliar a una oficina de gobierno o un albergue. También se planteó la problemática de aquellos jóvenes que antes de partir a Estados Unidos no estuvieron inscritos en el padrón electoral, por lo que no existe registro alguno de ellos. Ante las nuevas exigencias el INE amplió el derecho a identidad a todas las personas que se dieron de alta desde hace 10 años. Sin embargo, los nuevos fenómenos sociales exigen nuevas soluciones.
“Hasta para entrar a un edificio público se requiere un documento de identidad. Pero como deportados no podemos acceder a este derecho, esto no debería de estar pasando en nuestro país. Tenemos el derecho a ser mexicanos. Fuimos indocumentados en Estados Unidos, regresamos y seguimos siendo indocumentados”, comentó Ana Laura López, vocera del grupo Deportados Unidos en la Lucha.
“Los desafíos”, según la Dra. Leticia Calderón Chelius, “van más allá de Trump, hay muros internos que hemos puesto como mexicanos”, concluye la doctora en Ciencias Sociales.
Los deportados en México piden cambios a las leyes para acceder a la identidad jurídica en su propio país. Crédito: Archivo ASM
		            
                                                                    
                                                                    
                                                                    
                                                                    
                                                                    